La tarde estaba perfecta, era mi segundo descenso pero esta vez llevaba lo que viene a llamarse una Bici de Descenso y no el hierro sin amortiguadores que tengo que con estas bajadas se me saltan los empastes.
Ahora sí que voy a disfrutar, y así fue, ReyMoon llevaba su cámara de video integrada en las gafas y grabó gran parte del descenso. Al llegar a la Fuenfría decidimos bajarnos a Valsaín, se nos iba a hacer de noche fijo pero nos dio igual. Sin haberlo tenido en cuenta resulta que era luna llena (entonces comprendí qué hacía yo allí, Auuuuuu), y gracias a ella pudimos hacer los últimos kilómetros hasta Valsaín.
Ahora tocaba llamar a un taxi para que nos subiera al Puerto, pero me acordé que aún debía vivir en Valsaín Saioa, una amiga de hace muuucho tiempo, la llamé, estaba en Cotos recogiendo muestras para su trabajo en el Museo de Ciencias, nos dijo que la esperásemos en su casa con una cervecita y que luego nos subía. Y no sólo eso sino que, además, nos invitó a cenar. ¡Qué tía más maja!
Un beso fuerte, guapa!