Un lunes cualquiera puse pies en polvorosa, bueno más bien en La Covatilla (Sierra de Béjar), allí me disfracé de montañista y, no sin antes pasar por el tigre, me dirigí a subir toda la ladera de la estación arrastrando los pies con la técnica que dios me enseñó de esquí de travesía.
El día: ESPECTACULAR. La compañía: Solypandi y yo.
Hice fotos a los paisajes, a mi tratando de acertar con el temporizador y marqué puntos en el GPS para ir haciendome con él.
Me reencontré con un corredor que perfectamente puedo bautiza
La jornada muy buena, llena de buenas sensaciones y hecho un toro después de cargar de eritrocitos mi sangre en Sierra Nevada.
Después de llegar a mi objetivo me zampé un bocata de jamón con tomate y volando al coche, no sin antes palmar un par de cuestas sin foquear y tratando de hacer paso de patinador hasta arriba.
Canchal de La Ceja (2.430 m.) |